El congresista estadounidense Lou Correa está molesto porque los jugadores de World of Warcraft están organizando fiestas de Halloween racistas en el juego.

El representante Lou Correa de Anaheim, California, avergonzó públicamente a Blizzard en Twitter por permitir que el racismo y los supremacistas blancos se involucren. Mundo de Warcraft.

El congresista publicó en su cuenta oficial de Twitter una captura de pantalla tomada por su personal que muestra el avatar de un jugador con ropa similar a la del Ku Klux Klan. Junto a él hay dos personajes negros, uno de los cuales lleva el nombre del activista de derechos civiles Jesse Jackson.

En la captura de pantalla, el personaje en cuestión dice “Próxima parada: Charlottesville”, probablemente refiriéndose al mitin de 2017.

.@Blizzard_Ent—Espero darle la bienvenida a Anaheim para su viaje número 13 #ventisca de carnaval.

En cambio, me pregunto cómo puede existir esto en uno de tus juegos.

este @FBI Sepa que la radicalización en línea es real. Espero que estés de acuerdo y resuelvas este problema de inmediato. El racismo no es un juego. pic.twitter.com/jAEgk9rw02

— Representante Lou Correa (@RepLouCorrea) 31 de octubre de 2019

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Como puede ver, el jugador es miembro de un gremio creado por el usuario de The Enclave, conocido por los jugadores de World of Warcraft como uno de los gremios más antiguos y problemáticos del juego. Google está lleno de miembros del gremio que promueven libremente puntos de vista nacionalistas blancos y usan insultos raciales en el chat sin problema.

“El contenido generado por los usuarios que se encuentra en World of Warcraft es solo un ejemplo de cómo los extremistas de extrema derecha se están infiltrando en las plataformas en línea y los videojuegos”, escribió Correa en un correo electrónico obtenido por Vice.

“Al permitir que los supremacistas blancos se refugien, la compañía crea sin darse cuenta un refugio seguro que los extremistas pueden explotar para reclutar y adoctrinar a otros, al mismo tiempo que reduce el disfrute de sus propios fanáticos.

“Hago un llamado a la industria para que administre y modere mejor sus comunidades. Sus jugadores y fanáticos quieren jugar su juego, no luchar contra los supremacistas blancos. Para el beneficio de todos, expulse a los malos”.

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